jueves, 3 de marzo de 2016

Homilía del Papa: reconocernos pecadores para acoger la misericordia: (RV).- Sólo si nuestro corazón está abierto, se puede acoger la misericordia de Dios. Es la exhortación del Papa Francisco en su homilía de la Misa ma...

Santa Catalina Drexel

Santa Catalina Drexel:




Nació en Filadelfia, Pennsylvania, Estados Unidos, el 26 de noviembre de 1858. Era la segunda hija de un filántropo, el conocido financiero Francis Anthony Drexel. Perdió a su madre Hannah Jane Langstroth al mes de nacer. Francis contrajo nuevo matrimonio con Emma Bouvier, y ambos educaron a las niñas –dos habidas en el primer matrimonio del banquero– para que compartiesen sus posesiones, inculcándoles la idea de que sus cuantiosos bienes eran un simple préstamo que habían recibido. Catalina llevó a rajatabla esta enseñanza.

miércoles, 2 de marzo de 2016

«No he venido a abolir la ley sino a cumplirla»: Comentario del Evangelio por San Cirilo de Alejandría (380-444), obispo y doctor de la Iglesia Homilía 12; PG 77, 1041 s Hemos visto a Cristo obedecer...
Catequesis del Papa: “Dios no repudia a sus hijos, los salva”: Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hablando de la misericordia divina, hemos evocado muchas veces la figura del padre de familia, que ama a s...

martes, 1 de marzo de 2016

“Perdonar a su hermano de todo corazón”

“Perdonar a su hermano de todo corazón”:







San Cesáreo de Arlés (470-543), monje y obispo 
Sermón Morin 35; PLS IV, pag 303ss
Sabéis lo que vamos a decir a Dios en la oración antes de acercarnos a comulgar: “Perdona nuestra ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.”
Preparaos interiormente a perdonar, porque estas palabras las volveréis a encontrar en la oración. ¿Cómo las vais a decir? ¿No las vais a pronunciar? Por que al fin y al cabo, ésta es la cuestión: ¿diréis estas palabras o no las diréis? Detestas a tu hermano y pronuncias las palabra “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que no ofenden”? --- “Evito estas palabras”, me dirás. Pero entonces, ¿estás realmente orando? Poned atención, hermanos míos. En un instante pronunciaréis la oración. ¡Perdonaos de todo corazón!