«Dios se compadece por cada uno de nosotros y por la humanidad, ha mandado a su Hijo, nuestro Señor Jesús para sanarla, para regenerarla, para renovarla», recordó el Papa Francisco en su homilía de la Misa, en la Capilla de la Casa de Santa Marta, que centró en la compasión de Dios.
El Santo Padre habló en español y puso de relieve que la compasión de Dios no tiene nada que ver con el tener lástima:
«Es interesante que en la parábola, que todos conocemos del hijo pródigo, se dice que cuando el padre – que es la figura de Dios que perdona – ve venir a su hijo se compadeció. La compasión de Dios no es tener lástima, no tiene nada que ver una cosa con la otra».
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