Jesús enseña que había que tener en cuenta que una religión no es auténtica por lo que se haga en el exterior o desde el exterior o cuidando sólo algunos aspectos. Dijo a los Fariseos: “no hay que fijarse en lo que viene de fuera sino en lo que sale de dentro” en la intencionalidad, aquellos que se hace y se realiza. Quienes se fijan sólo en las leyes y aspectos exteriores trae como consecuencia una permanente critica y se falta a la caridad, porque aquel no hizo esto o aquello. Se puede llevar a la realidad, como para aquellos que significan mucho algunos días que tienen cierta práctica en relación a la religión y que lo observan como algo distintivo de la expresión religiosa. Quien se fija sólo en las normas, fácilmente caerá en las faltas de caridad, porque, va a estar enjuiciando a los demás, desde lo que hace o deja de hacer, en confrontación a aquello que se tiene como práctica, como tradición, como expresión externa.
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