Tomando a Jesús como alimentó de vida, todo será superado con creces. Se debe tomar ese alimento con fe, para que esa misma fe pueda rendir efectos grandes. No se puede recibir de otra manera. Si sólo se hace por costumbre, automática, mecánica, sin espiritualidad y a discreción, las cosas no podrán darse con los efecto de Dios. La Eucaristía es un sacramento real. Jesús realmente se da en cuerpo y sangre, Él es vida y vida para todos. Él es vida eterna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario