Nuevamente, el Santo Padre ha explicado esto con un ejemplo: “Si tú haces esto, vas por ese camino, al que yo te invito --nos dice el Señor-- aunque sus pecados sean como la escarlata, se volverán blancos como la nieve”. Es una exageración, el Señor exagera: ¡pero es la verdad! El Señor nos da el don de su perdón. El Señor perdona generosamente. ‘Pero yo perdono hasta aquí, después veremos el otro...’ ¡No, no! ¡El Señor perdona todo! ¡Todo! Pero si tú quieres ser perdonado, tu debes comenzar el camino del hacer el bien. ¡Esto es un don!”
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