Exhorto a todos a rechazar la violencia y a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y los animo a volver a emprender un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y diálogo, sinceros y constructivos.Encomiendo ese amado país a la intercesión materna de Nuestra Señora de Coromoto”.
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