A través de Jesús se realiza nuevamente la alianza, derramando su sangre para santificar, para redimir. En la ultima cena se da la alianza pactada de Dios a favor de su pueblo, alianza sellada para siempre. A pesar de la muerte de Jesús en la cruz, dolorosa, triste es causa de salvación, su muerte le da cumplimiento a la alianza. Tomen y coma es mi cuerpo que se entrega por ustedes; tomen y beban es mi sangre que será derrama por ustedes. Es una alianza marcada en el pueblo de Dios de tal forma que no se puede olvidar dicha alianza, que celebramos continuamente en el altar. De manera especial los días Domingo, día del Señor.
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